domingo, 6 de septiembre de 2009

La historia detrás de PAAM


Quiero que sepas que nunca te voy a olvidar.

En medio del concierto el baterista de la agrupación Tres de Corazón brinca desde atrás y en medio del escenario toma el micrófono para hacer una dedicatoria que todos aplauden pero que a pocos deja pensando su significado. “Esta canción va para Paula Andrea Agredo Montaño (PAAM) así unos malditos sicarios te hayan quitado la vida, allá en el cielo. Te amo”

Que el hombre que cegó tu vida se va a suicidar

Palabras más palabras menos, es difícil recordar exactamente la dedicatoria ya que el concierto sigue, en el centro de nuevo el pogo está en su máximo fervor. Detrás de la batería un hombre llora. Por más fuerte que trate de ser es imposible evitar las lágrimas en las cuales lo dejó sumido un hombre que disparó contra la mujer que ama. En su memoria empieza de nuevo a recorrer la historia que lo obligó a encontrarla y aquella misma que aún no termina.

Fue lo más hermoso de mi vida conocerte a ti

“Yo la conocí por allá en el 97 –comenta Felipe Muñoz, el baterista de la agrupación, posteriormente- cuando entre a primer semestre de Psicología en la Bolivariana. Yo tendría diecisiete o dieciocho años y ella diecisiete”. Desde el principio, como él mismo lo relata, lo atrajo Paula Andrea a pesar de que en su grupo de compañeros hubiese una gran mayoría de mujeres que de hombres (una relación cercana de 30 mujeres y diez hombres). Felipe hacía poco había terminado su bachillerato en el Colegio Calazans y como el mismo se describe era muy tímido y paso mucho tiempo antes de poder hablar con Paula Andrea.

Sin embargo la historia de ellos siguió un curso normal y cada vez estuvieron uno más cerca del otro, pues la situación académica los ponía en constante contacto y llegó el día en el cual fue ella quien le habló para entregarle la mochila que Felipe había dejado tirada en cualquier parte. “Ella era rubia y tenía unos ojos muy lindos, no eran ojos claros, eran ojos cafés pero las pestañas eran muy grandes... yo siempre le decía que los ojos eran como unos girasoles... ella era muy bonita”. De esta forma Felipe empieza a recrear la historia más hermosa de su vida.

Lo más doloroso de mi vida fue verte morir.

El 11 de febrero del 2001, a las tres de la madrugada Paula Andrea se despedía de este mundo y de los que amaba después de que en hechos confusos tres disparos hubiesen terminado con su vida. Al salir de una discoteca y después de haber accedido a llevar en el carro a un amigo de su hermano, un sicario disparó contra ellos acabando con la vida de Paula Andrea y de la persona que estaba a su lado e hiriendo a las tres personas que estaban en la parte de atrás del vehículo.

La versión que cuenta Felipe de los hechos, y por cierto la más aceptada, era que el sicario estaba encargado de cobrarle cuentas al amigo del hermano de Paula Andrea ya que este había estado seduciendo la novia de un traqueto. Fue un golpe del destino que esa persona hubiese estado en el carro de Paula Andrea y que haya sido ella quien también haya tenido que pagar el alto precio de la intolerancia que vive nuestra ciudad.

(Coro)
Ni el tiempo lo llevará
Ni el viento lo borrará.

Desde ese día han pasado más de tres años y aún hoy Felipe recuerda a Paula Andrea como si estuviera viva, ella es tal como él lo dice “el referente de la alegría, ella siempre tenía un sonrisa y fue un apoyo muy grande”. La historia de ellos se vio marcada también por largas separaciones debido a un viaje que realizó Felipe a Estados Unidos y al que realizó Paula Andrea al mismo país luego de que Felipe regresara a Colombia.

En estas largas separaciones el contacto entre ambos se vio reducido a chatear y hablar por teléfono pero era tan periódico que no hizo mella en ambos para seguir siendo tan buenos amigos como siempre. Uno de los pasajes que recuerda Felipe en el cual se sintió apoyado por ella, a pesar de la distancia, fue tras el asesinato de un tío suyo en Australia que estaba pronto a salir de la cárcel después de haber purgado una condena de trece años.

Como me duele la vida porque ya no estas

El 11 de febrero del 2004 a las tres de la madrugada, justo el momento en el cual se cumplían tres años de la muerte de Paula Andrea, Felipe despertó y observó que su reloj marcaba la hora exacta en la cual esa mujer que tanto amaba dejó este mundo para siempre. Ese mismo día y después de calcar de una las cartas de Paula Andrea su firma, Felipe se la hizo tatuar en su brazo izquierdo. Pase lo que pase, no importan los años ni las cicatrices del alma, él nunca olvidará que el amor si existe, solo falta encontrarlo.

Contigo no hubiera vivido esta soledad

Sólo dos meses en los cuales Felipe y Paula Andrea estuvieron juntos bastaron para que él nunca la olvidara. Todo sucedió en un momento en el que ella se sintió como loca y tras tener problemas con su novio le dijo a Felipe que ella quería estar era con él. Felipe recuerda esto como los mejores momentos así a los dos meses después ella le hubiera dicho las enfáticas palabras: “Vos tenías razón Felipe, yo estoy como loca, yo no me puedo olvidar de mi novio, aunque vos seas el hombre de mi vida”

Haciendo de tripas corazón Felipe optó por respetar su decisión, “no niego que me daban muchos celos del novio –comenta- pero fue muy bacano porque no peliamos seguimos siendo lo que éramos, amigos, que mas podia pedirle mas que su amistad?”

Todas las noches recuerdo tus ojos

Esos mismos ojos que acompañaron a Felipe por los momentos más difíciles de su vida. Los mismos que estuvieron presentes cuando Felipe sintió sobre sí el mundo por haber terminado con Natalia, alguna novia del pasado. Tras ese hecho él creía que todo estaba perdido, pero fue Paula Andrea la encargada de darle un nuevo ánimo y de hacerle entender a él que nada está perdido cuando se tienen dieciocho años.

Todos los días te veo en las calles pasar

“ Si ella estuviera viva estaríamos usted y yo hablando de otra cosa –dice Felipe refiriéndose a quien lo entrevista- y ella estaria a mi lado”

Era costumbre que los domingos en la noche Paula Andrea llamara a Felipe para contarle todas sus cosas, como iba con el novio, le contaba cosas de su familia y de la misma forma Felipe hacia lo mismo. “Lo más duro para mi el domingo del entierro de ella fue saber que ya el teléfono no iba a sonar, que ella ya nunca más me iba a llamar. Es que siempre era como el cierre del fin de semana”.

Un cumpleaños en Marzo me hizo entender

Todos los días cinco de marzo, Felipe suma un año más a su vida. Recuerda todos aquellos cumpleaños que para él fueron los más especiales, los que paso con ella. El primero fue cuando cumplió dieciocho, estuvo con todos sus amigos y a ella no le intimidó ser la única mujer.

“A las seis de la mañana yo llegué a la Universidad y ahí mismo ella me felicitó, fue la primera. Estuvimos en una licorera frente a la Universidad, yo me sentía lo más de...” recuerda Felipe.

Que una mujer como vos no podría conocer

De la misma forma fue al cumplir los diecinueve y los veinte años, ella siempre estuvo presente así Felipe estuviera rodeado de muchos amigos. En el último cumpleaños sin embargo entre ambos hubo un problema que solo se vino a resolver a finales de año. De no haber sido por una casualidad de Felipe que decidió por revisar un correo que ya tenía cerrado, ellos dos nunca más se habrían vuelto a ver.

“Tenía un solo mensaje nuevo. Era una postal de navidad que ella me había enviado con el mensaje de me haces mucha falta. Yo ahí mismo la llamé y hasta que por fin pudimos de nuevo volver a ser amigos”

Un girasol amarillo yo me enamoré

Ese girasol que ella le llevara al cumplir los diecinueve años, de llegar y no dejarse intimidar por nada, “yo estoy con vos y no me da pena estarlo” le dijo en aquella ocasión.

El cinco de marzo del 2001 Felipe no recibió flores en su cumpleaños, ni la llamada de Paula Andrea, ella aún no completaba el mes completo de haber muerto. En el recuerdo vive aún un girasol que no se marchita y tras de ese recuerdo todas las canciones que él ha querido escribir en su memoria.

“Yo quisiera escribirle una canción como si ella estuviera viva. O que ella llegara y estuviera en un concierto apoyándome como siempre lo hizo con esto de la música y todas las cosas de mi vida, como cada que Nacional ganaba y ella me llamaba, como me gustaba que fuera del verde como yo!”

Mis brazos mis piernas daría por volverte a ver

Felipe toca con todas sus ganas, en una ciudad donde todos tenemos nuestros muertos él está orgulloso de que el suyo tenga una canción de amor. Trata de imaginársela entre el público o allá en lo alto al lado de la luna. El sabe que no esta solo y desde allá de donde este esa sonrisa de ojos soñadores lo acompaña por siempre.

La canción está terminando y el baile no para, las lágrimas siguen cayendo. Tras de una canción de amor una historia yace. Una historia para aquellos momentos en los cuales quisiéramos pronunciar las que fueron las últimas palabras de Paula Andrea a su amiga Paola quien también salió herida, “Pao, no puedo respirar, no puedo respirar”.

7 comentarios:

  1. :'( mi canción favorita de tr3s tiene detras una historia muy triste, yo siempre me pregunte pipe estando rodeado de mujeres hermosas porque seguia solo, ahora entiendo porqué u.u

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  2. Muy bonito mensaje, me hizo llorar.

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  3. Muy bonito mensaje, me hizo llorar.

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  4. Pauli, ex vecina, se le extraña, la ví crecer....

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  5. Es de mis canciones favoritas y la canto a todo pulmón...

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